Pero ¿quién se pone a caminar con este calor? Pues nosotros, cansados de tanto posponer la salida a causa de la lluvia. Pero hoy, no, no, nada de caminar y caminar. Senderearemos tranquilos por la sombra y, cada poco, un descansito.
Ah, pero no nos hemos presentado. Nos reunimos en plena “alerta amarilla” a la puerta del Parque “Quinta de los Molinos” y venimos desde el Centro de Día de Samaria, del CRPS de Sáinz de Baranda y algunos desde su casa, porque viven independientes, claro.
Mochila al hombro nos topamos al entrar con un largo paseo bordeado de árboles que mezclaban su ramaje por la altura. Así que nada de sol, estupendo. A la derecha el consabido cartel informativo. Leemos entre varios y ya nos hacemos una idea general: sombra, fuentes de agua fresquita y fuentes decorativas; un gran lago, albercas y bancos, muchos bancos muy limpios. Es lo que buscábamos. Al fondo, el Palacete. Grandes extensiones de arbolado, aunque la estrella del parque son los almendros. No descartamos una segunda visita cuando florecen en febrero y marzo, debe de ser fantástico.
La mañana se nos pasa tal como hemos descrito; y recorriendo senderillos de tierra con sus rincones llenos de encanto y sorpresas.
Para el mediodía ya nos picaba un poco el estómago y los bocadillos nos supieron a gloria. Repetimos del agua fresquita de la fuente ¡qué rica! Y llenamos las botellas y un compañero nos recordó que éramos privilegiados; no nos falta lo necesario mientras miles de personas malviven y mueren en la miseria. En nuestro corazón, todos decimos “gracias
Un largo descanso, algunos tumbados en la hierba y, a buscar caminos de sombra para el regreso. Menos mal que en la cafetería vecina recobramos fuerzas ¡qué calor!
Hasta pronto, amigos. Hasta que pase el verano. Hasta septiembre o hasta octubre. Os avisaremos.»
CRONISTA SENDERISTA
Sábado, 23 junio 2018