Espacio musical en el Equipo de Apoyo de Salamanca

La Clínica San Miguel-Línea de Rehabilitación Psicosocial promueve las Buenas Prácticas institucionales

El Equipo de Apoyo Salamanca, junto con el de Chamartín y el Centro de Día de Samaria de la Línea de Rehabilitación de las Hermanas Hospitalarias puso en marcha en octubre de 2018, un espacio en el que personas atendidas por estos recursos, que tuvieran en común  conocimientos e intereses musicales y supieran tocar un instrumento, quisieran juntarse para practicar y disfrutar de la música juntos.  El nexo de unión entre ellos serían estos conocimientos y el interés por la música. Tal es así, que desde el principio se estableció con ellos que en el grupo podría participar personas sin diagnóstico de enfermedad mental que tuvieran los mismos conocimientos e interés por la música.

Con esta actividad se quería poder acceder a un perfil de usuarios con dificultades para integrarse en actividades comunitarias normalizadas y/o recursos de rehabilitación, al poner el foco de atención en la música.

Se creía que gracias al interés hacia esta disciplina artística acudirían a esta actividad abierta y dinámica. Se consideró que a partir de diferentes experiencias, aprendizajes y vivencias relacionadas con la música los usuarios podrían compartir su manera de aproximación a esta dinámica desde diferentes vertientes.

Desde sus comienzos los participantes de los tres dispositivos han acudido de manera regular y constante cada martes por la tarde, consiguiendo una implicación personal por parte de los usuarios en la búsqueda, junto a los profesionales, de partituras concretas, de melodías, y de la utilización de los instrumentos. Los temas de conversación dentro del grupo eran cuestiones relacionadas con la música: conciertos, actuaciones musicales, dudas sobre solfeo…

La metodología del espacio musical consistía en tocar partituras que tuvieran un interés común para todos. Los profesionales del taller (uno por cada equipo de apoyo) eran los encargados de buscar las partituras de los diferentes instrumentos para ensayar de manera individual y posteriormente hacer una puesta en común. Algunos de los usuarios con mayor conocimiento y experiencia han ayudado a los que tenían menos práctica.

Este espacio se desarrolló hasta junio de 2019, y se ha vuelto a iniciar en octubre de este mismo año.

Durante el desarrollo de la actividad se llevaron a cabo dos sesiones en las que participaron hasta tres personas sin ninguna vinculación con el ámbito de la salud mental, pero con el mismo interés y desempeño en el ámbito musical (estudiante de últimos cursos de piano, profesor de música en una Escuela Municipal y una tercera persona integrante de una banda municipal).

La actividad que puso el broche final al grupo (mes de junio), fue un concierto que realizaron en la semana cultural del Centro de Día.

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