El escenario de la pandemia de la COVID-19 ha puesto de manifiesto la SALUD MENTAL como uno de los principales elementos que atender para el cuidado de la salud pública. Son muchas las definiciones y conceptos que se están empleado para comprender que aspectos engloban a la salud mental en un sentido amplio, entendiendo que el bienestar físico, emocional y social son bases fundamentales para una buena salud y calidad de vida en las personas.
La OMS estima que para 2030, los problemas de salud mental serán el principal motivo de discapacidad a nivel mundial. Lo que significa que la intervención en esta área es urgente.
Si bien, este año en el Día Mundial de la Salud Mental, se ha puesto como principal foco de atención a la población joven y adolescente, entre los 15 y 29 años. No podemos obviar que las estadísticas cifran datos alarmares en cuestión de previsión y prevalencia de problemas en salud mental para la población global. Según la OMS, 450 millones de personas en el mundo se ven afectadas por un problema de salud mental, destacando que un 50% de los problemas de salud mental en adultos comienzan antes de los 14 años y el 75% antes de los 18. En España, se estima que el 6,7% de la población está afectada por un problema de ansiedad, y en la misma cifra con depresión.
Prevención y concienciación social
Los datos arriba descritos, hacen comprender que los aspectos referidos a la salud mental deben abordarse desde una perspectiva de prevención y concienciación social.
En el último estudio del Barómetro Juvenil de 2021, se encuentran como resultados que: la autopercepción de la salud entre la juventud ha empeorado sustancialmente, los jóvenes reconocen sufrir problemas psicosociales relacionados con la tristeza, apatía, cansancio y dificultad para concertarse. Y, por último, el nivel de satisfacción personal disminuye si lo relacionamos con variables como son los estudios, trabajo, perspectiva de futuro o situación socioeconómica. No obstante, los datos que presenta el barómetro juvenil pueden extenderse a la población general.
El concepto de salud mental es multidimensional y ha de ser entendido desde una mirada biológica, psicológica y social. Sin embargo, en lo que respectan a los componentes sociales, causas como el desempleo, la precariedad laboral, dificultad de acceso a la vivienda, diferencias socioculturales, y la falta de apoyo sociofamiliar sitúan a las personas en una situación de riesgo, la cual afecta directamente a su salud y, más concretamente, a su salud mental. De este modo se aprecia que muchos de los problemas de salud mental están relacionados con el contexto y el entorno, por lo que la salud mental y los cambios sociales deben ir de la mano.
No queremos decir, que exista una crisis de salud mental, sino más bien una crisis social que afecta a la salud mental. En este contexto nos encontramos con que la psicoterapia no abarca toda la problemática a la que se enfrenta la población en su día a día, viéndose necesario un apoyo que ayude a las personas a encontrar soluciones y vías alternativas a sus dificultades.
Apoyo comunitario
En este sentido, se valora que, para cuidar y prevenir problemáticas relacionadas con la salud mental, el enfoque de apoyo comunitario presenta grandes beneficios. Ya que tiene la capacidad de poner a disposición de la ciudadanía toda una serie de recursos, programas, acciones y actividades diseñadas para atender necesidades sociales, orientadas a crear un bienestar colectivo integrando a todas las partes implicadas en un mismo fin.
Como beneficios principales de la intervención comunitaria, encontramos que favorece procesos de integración e inclusión.
- Crea una colectividad que impulsa la participación ciudadana, y desarrolla roles más activos en las personas y en la propia comunidad.
- Ayuda a identificar y conocer los riesgos y dificultades concretas de cada lugar, para luego desarrollar los servicios necesarios que mejoren dichas situaciones.
- Favorece el apoyo social a través de relaciones sociales de calidad, el apoyo entre grupo de iguales y genera una mirada de empatía hacia las distintas situaciones en la vida de las personas.
Se trata pues de seguir desarrollando una coordinación muy estrecha, entre los centros de salud mental, los recursos socioeducativos y los centros de servicios sociales, como los principales ejes que vertebran la intervención y atención en la promoción de la salud y el bienestar social.
La intervención social comunitaria permite realizar una evaluación y análisis de la realidad social para conocer cuáles son las necesidades y cómo se puede interceder en ellas. Significa que la salud mental ha de ser vista desde una mirada diversa, en el que puedan estar incluidas todas las organizaciones que formen parte de la comunidad, (asociaciones vecinales, empresas, comercios, etc.). Siendo la propia ciudadanía, junto con los recursos y entidades quienes realicen una intervención preventiva que atienda y apoye las desigualdades con el fin de minimizar los riesgos, y dar una atención de calidad que incluya el cuidado psicológico y emocional evitando que muchos de los procesos deriven en un ámbito plenamente sanitario
Debemos mirar la salud mental como la resiliencia, teniendo la capacidad de hacer frente a los desafíos de la vida y buscando apoyos cuando lo necesitemos.
*Grupo Ampliamente
*Ampliamente es un proyecto de la Línea de Rehabilitación Psicosocial de Hermanas Hospitalarias, cuyo objetivo es combatir los prejuicios y la discriminación social asociados a los trastornos mentales.