Grupo de usuarios de Hermanas Hospitalarias, realizan una salida de senderismo a la Casa de Campo de Madrid

Como el cielo estaba cubierto y gris algunos se acobardaron: “seguro que llueve”, se dijeron.

Pero nosotros salimos decididos desde Clínica San Miguel, Centro de Día Menni Sáinz de Baranda, Residencia San Miguel y CRPS Menni Retiro, hacia la casa que tenemos en el campo, o sea, la Casa de Campo que, varios del grupo, no la habíamos visitado desde hacía años… Hasta allí llegamos en Metro. Con nosotros un voluntario y una hermana.

Nada más salir ya estaba el sol esperándonos. De nubes, nada de nada. Así que ¡hala! marchando en el coche de San Fernando: un rato a pie y otro andando.

Con caras alegres, apenas nos detenemos a leer el primer cartel informativo de la entrada porque el plan de hoy es sencillamente caminar; caminar a nuestro paso, según nuestras posibilidades, sin prisa… Haríamos al menos unos seis kilómetros largos que, para nosotros no está nada mal ¿eh? Eso sí, con un aire puro maravilloso, en la paz de la naturaleza, disfrutando de la estampas otoñales que nos sorprendían a cada momento, entre claroscuros amarillos, rosas, verdes, rojizos…. Satisfechos, recordábamos a los compañeros que no habían venido. Compañeros y familiares, porque ya sabéis, la jornada está abierta a familias, amigos y conocidos… Pero como el estómago empezaba a hacernos cosquillas, emprendimos el regreso buscando acomodo. Y ¡sorpresa¡ oíamos altavoces y música cada vez más cerca hasta llegar a una casona grande, el ZOO. Nos asomamos a través del vallado y allí estaban ellos, los delfines, saltando y actuando inteligentes como son ellos. Nos reímos de haber accedido al espectáculo sin entradas.

Ya por fin nos paramos a comer a medio camino  ¡qué bien saben en el campo los bocadillos! y después de recoger todo muy bien, utilizando las papeleras, dimos a nuestra compañera Inés la alegría del día, cantándole a coro el cumpleaños feliz.

Todavía nos faltaba un buen trecho hasta llegar al Lago y allí, el cafetito caliente nos entonó porque ya empezaba a correr un viento fresquito. Pero aún más; ver a un pequeño ejército de aves en reposo sobre el agua emprender el vuelo hasta casi cubrir el cielo. Y ya este mes de noviembre toca a su fin y en diciembre nos esperan muchas sorpresas y acontecimientos entrañables, únicos. Seguro que nos veremos antes, pero por si acaso ¡Hasta pronto, hasta el SENDERISMO DE ENERO 2018!

¡FELICES FIESTAS DE NAVIDAD, AMIGOS!

H.MARCU

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