La comunidad hospitalaria del Complejo San Miguel de las Hermanas Hospitalarias se reunió el miércoles de ceniza para celebrar el comienzo de la Cuaresma. En dicha celebración, el Padre Antonio animó a buscar la mejora en todos los ámbitos, también en el espiritual. La ceniza es símbolo de la fragilidad; debilidad que, con la ayuda de Dios, se puede convertir en fortaleza para echar una mano a los demás.
En la misma celebración tuvo lugar la despedida de la superiora de la Clínica San Miguel-Línea de Rehabilitación Psicosocial de las Hermanas Hospitalarias, sor Aurelia Cuadrón.
Los usuarios le entregaron un regalo y un ramo de flores. Después, varios colaboradores y usuarios quisieron dedicarle unas palabras de agradecimiento y cariño por los años de servicio en la Clínica San Miguel-Línea de Rehabilitación Psicosocial, deseándole lo mejor en su nuevo destino.